Ángel Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido como el duque de Rivas, nació en Córdoba el 10 de marzo de 1971. Sus padres procedían de linajes muy ilustres, por lo que el joven comenzó a recibir ostentosas distinciones desde muy joven. A los seis meses de edad recibió el título de Caballero de Justicia de la Orden de Malta y a los nueve el hábito de Santiago. Su educación fue especialmente esmerada.
La epidemia de fiebre amarilla de 1808 en Andalucía produjo el traslado de la familia a Madrid; dos años más tarde murió el padre, pasando el título de duque de Rivas al primogénito, Juan Remigio. Ángel ingresó ese mismo año en el Real Seminario de Nobles, donde permaneció cuatro años. Poco tiempo después se incorporó al ejército, uniéndose más tarde a la Guardia de Corps.
Pronto comenzaron las alteraciones políticas motivadas por la conspiración del príncipe de Asturias, el motín de Aranjuez, la destitución de Godoy, las abdicaciones de Bayona y el alzamiento del 2 de mayo de 1808. Desde entonces Ángel se bate en Uclés, Talavera y en las cercacías de Ontígola, donde cae gravemente herido y es dado por muerto, si bien consigue restablecerse en el hospital de Baza. En 1820 se produce el pronunciamiento de Riego, comenzando así el "Trienio liberal" en el que nuestro poeta tuvo una destacada actuación política. En mayo de ese mismo año obtiene un permiso del gobierno para viajar a París en comisión de servicio para así conocer el mundo cultural de la capital del país vecino.
Tras el final del Trienio Liberal, Saavedra huye a Gibraltar y desde allí se exilia hasta Inglaterra. A finales de diceimbre de ese mismo año regresa a Gibraltar y se casa con María de la Encarnación del Cueto, con la que se traslada a Malta, donde permanecieron cinco años. En 1830 viajan a Francia y deciden asentarse en Orleans, donde Ángel trabaja dando clases de pintura. Tras la muerte de Fernando VII regresaron a España, y unos meses después de su vuelta falleció su hermano mayor, heredando así Ángel el título de duque de Rivas.
El nuevo duque regresó a la vida política, formando parte del partido encabezado por Istúriz. Poco tiempo después se produjo la "sargentada" y el duque de Rivas huyó con su familia a Sevilla. Con la caída de Espartero, se le nombró alcalde de Madrid y ministro plenipotenciario de las Dos Sicilias. Mantuvo excelentes relaciones con Fernando II y permaneció en Nápoles unos dos años, si bien se vio obligado a regresar a España el 10 de julio de 1850. Una vez allí, fue nombrado académico de la Real Academia de la Historia, manteniendo una activa vida intelectual. En 1857 Narváez lo nombró embajador de París, si bien dimitió un año después de su nombramiento.
En mayo de 1859 cayó enfermo, y poco a poco se fue extinguiendo hasta morir el 22 de junio de 1865.

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